Ofrendas al consumidor insaciable

Monty Cantsin

del 25 de enero
al 7 de marzo de 2024


Arrugados y semideshechos como un poso en el fondo del bolsillo de la chaqueta o pisoteados como hojarasca en el suelo del supermercado, los recibos de compra son un residuo  cotidiano onmipresente, el más perfecto símbolo del ciclo capitalista de comprar-desechar-comprar. Son literalmente mierda, el excremento del acto comercial; de papel malo, barato y desechable, que deviene basura en el instante mismo en el que es escupido por la impresora de la caja registradora.
La serie Ofrendas al consumidor insaciable resignifica el valor del este material, un producto creado para ser un deshecho, y hace del papel térmico la materia prima exclusiva de todas las piezas de la muestra. Mediante la aplicación de calor se generan composiciones abstractas, por un lado, en forma de texturas orgánicas, en blanco y negro, que surgen del patrón aleatorio de las arrugas. Por otro, propone también estructuras geométricas, creadas a partir de dobleces en el papel. En ambos casos, pero, siempre mediante un proceso azaroso, intuitivo, que tiene necesariamente un resultado impredecible e irrepetible.
La piezas finales sugieren  la imagen de objeto extinguido, consumido por el fuego, irrecuperable, y hacen pensar en la ceniza, la descomposición última de la materia hasta su reducción al polvo inerte.
Esa resignificación puede tener entonces un doble interpretación: el recibo, esa basura, convertido en arte, en algo valioso y eterno, en un discurso que habla del consumismo capitalista; o, por contra, la pieza artística rebajada a lo más despreciable e inútil, a ese papel de mierda que podría ser, precisamente, el tíquet de compra de ese objeto de consumo en el que a menudo se convierte el propio arte.

Hermanos Alquézar

 

Ofrendas al consumidor insaciable puede visitarse en
La Máquina (c/ Eterna Memòria, 2)
hasta el 7 de marzo de diciembre; de lunes a viernes de 10h a 18.30h (martes cerrado). Otros horarios con cita previa.